Análisis del Modelo de Financiación Básica de la Universidad de Zaragoza

 

 

El art. 50 y siguientes de la Ley de Ordenación del Sistema Universitario de Aragón regulan que el modelo de financiación de la Universidad de Zaragoza, previendo una evaluación del mismo cada cuatro años. Esta evaluación requiere de la existencia de un informe específico de la Agencia de Calidad y Prospectiva Universitaria de Aragón.

En el año 2009 el Gobierno de Aragón solicitó a la ACPUA la elaboración del citado informe en base a la aplicación del modelo 2006-2009, al objeto de que pudiese servir de análisis para el diseño del nuevo modelo.

Tras las oportunas negociaciones entre Gobierno de Aragón y Universidad de Zaragoza, el 23 de marzo de 2011 se firmó el Acuerdo para la Programación de la Financiación de la Universidad de Zaragoza. Este Acuerdo recoge en su exposición las conclusiones del informe elaborado por ACPUA:

  • “El modelo de financiación básica debe ser catalogado como un elemento importante dentro de la suficiencia financiera de la universidad, puesto que otorga a la Universidad y al Gobierno de Aragón un marco estable al margen de la coyuntura económica del momento.
  • El modelo de financiación tiene grandes semejanzas con la propuesta realizada por la Comisión de Financiación del Consejo de Coordinación universitaria, circunstancia positiva puesto que recoge las recomendaciones de un grupo de expertos.
  • El coeficiente de territorialidad tiene una repercusión muy leve sobre la financiación básica.
  • Existe un desajuste entre los costes docentes de la universidad (asociados a grupos) y los ingresos (asociados al número de estudiantes). Esto provoca dificultades en momentos de reducción del número de estudiantes, situación que debería ser abordada a través del desarrollo de instrumentos específicos ¿contratos programa para titulaciones de baja demanda pero de interés social?.
  • El modelo no recoge ninguna referencia respecto al rendimiento académico.
  • El modelo debe ser completado con otro tipo de financiación ligada a objetivos que premien la mejora continua y tengan capacidad de discriminar los resultados ordinarios de los extraordinarios, tal y como ya sucede en buena parte de los sistemas universitarios. El peso de esta financiación ligada a objetivos debería ir aumentando, conforme recomiendan los expertos y las prácticas más avanzadas en gestión universitaria.
  • La referencia al PIB no debe ser un elemento primordial a introducir en un modelo de financiación básica, puesto que es indicador demasiado ligado a la coyuntura económica y por tanto variable. La convergencia en PIB al esfuerzo de otras regiones debe ser contemplada como un objetivo a alcanzar, pero el modelo debe contemplar como variables principales de cálculo elementos de oferta y demanda.”
ENQA EQAR INQAAHE ECA UWC
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